martes, 4 de agosto de 2009

Sobre o texto de Paulo de Tarso

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.


Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.


Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.


El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.


Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.


Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;

mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.


Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.


Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.


------------------ Sólo un Comentario ---------------------------


La frase "Mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará", valga la redundancia, es perfecta. Lo que es en parte es el ego. Lo perfecto es el Ser.


Es solo una cuestión de concientización. Paulo de Tarso dejó de ser un asesino para convertirse en un santo, todo por la ayuda del Maestro y por su arduo trabajo en tornarse consciente de su verdadera identidad. Esta es la verdadera "Conversión".


No podemos conformarnos con menos, a pesar de lo que nos digan curas y pastores sobre esto.


Lo mismo puede ocurrir con cada uno de nosotros. Todos tenemos derecho a apropiarnos de nuestra verdadera identidad: el Ser. Es la promesa, el maestro Jesús y todos los grandes maestros espirituales la repiten en varios trechos de los textos sagrados.


Los psicólogos nos dicen que la identidad del ego es un tejido de retazos, que se puede rasgar en los patologías más agudas de la psiquis. La concientización del Ser corresponde a ir más allá de la mente pensante, traspasando la dualidad que sustenta el sufrimiento, la culpa, el miedo, el resentimiento y los complejos de inferioridad y de superioridad. En donde cesa todo movimiento comienza la percepción de la Conciencia.


Siempre me intrigó la frase del evangelio "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" . Como siempre fui perfeccionista y no la entendía mi tendencia era quedarme más neurótico aún. Después entendí que Perfecto nada tiene que ver con nuestro perfeccionismo que termina por ser enfermizo.


Perfecto significa estar en nuestro estado natural, simples, abiertos, amorosos, compasivos, actuantes sin esperar recompensas. Como muchos de nuestros hermanos menores lo hacen (aquellos que llamamos animales), tal como las flores ofrecen sus dones sin esperar nada a cambio.


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